El fenómeno del que nadie se puede salvar: si lo has vivido prepárate para las consecuencias
Una tormenta geomagnética puede provocar daños a naves espaciales y satélites
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Entre el 10 y el 12 de mayo de este año, la Tierra experimentó la tormenta geomagnética más intensa en dos décadas, que también produjo impresionantes auroras boreales visibles en diferentes partes del mundo. Esta tormenta solar masiva afectó gravemente a los sistemas de telecomunicaciones y a los satélites en órbita. Un estudio preliminar del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) reveló que aproximadamente la mitad de los satélites en funcionamiento sufrieron problemas debido a la intensa ráfaga de viento solar. La tormenta desactivó temporalmente los sistemas de seguridad para evitar colisiones en la órbita terrestre baja, una región crítica que alberga estaciones espaciales y numerosos satélites, incluidos los más de 6.200 satélites Starlink de SpaceX.
Los científicos del MIT advirtieron que tales tormentas pueden provocar graves interrupciones en infraestructuras críticas tanto terrestres como espaciales, destacando la necesidad de revisar la capacidad de los sistemas para manejar estos eventos. Desde la tormenta solar más significativa en 2003, el número de satélites ha aumentado considerablemente, lo que ha cambiado el entorno espacial y complicó la evaluación de trayectorias. Durante la tormenta de mayo de 2024, los satélites afectados, incluyendo los de Starlink, mostraron capacidad para ajustar sus órbitas de manera autónoma, aunque esto complicó los pronósticos de posibles colisiones. La tormenta también subrayó la necesidad de mejorar las estrategias para gestionar desechos espaciales y proteger la infraestructura satelital en el futuro.
¿Qué son las tormentas geomagnéticas?
Las tormentas geomagnéticas, o tormentas solares, son fenómenos notables que pueden influir significativamente en nuestra vida diaria. Recientemente, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) emitió una alerta de tormenta geomagnética para el miércoles 24 de julio debido una eyección de masa coronal (CME) liberada por el Sol el 21 de julio. Las CMEs son grandes columnas de plasma y campos magnéticos expulsados de la corona solar que, al llegar a la Tierra, interactúan con la atmósfera superior y pueden desencadenar tormentas geomagnéticas.
Tipos
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) utiliza una escala de 5 niveles, conocida como la escala G de tormentas geomagnéticas, para clasificarlas. Esta clasificación se basa en el índice geomagnético Kp, que mide las fluctuaciones del campo magnético terrestre.
El nivel G1, correspondiente a un índice Kp de 5, se considera menor. Puede causar efectos leves en las redes eléctricas, como pequeñas fluctuaciones de energía, y auroras visibles en altas latitudes.
El nivel G2, con un índice Kp de 6, es moderado. Puede generar auroras en áreas más amplias, alterar los voltajes en los sistemas eléctricos y causar posibles problemas en los satélites en órbita terrestre.
El nivel G3, correspondiente a un índice Kp de 7, se clasifica como fuerte. Este nivel puede generar fluctuaciones de energía en las redes eléctricas, dificultades en el control de la red, posibles impactos en la navegación por satélite y auroras visibles en latitudes más bajas de lo habitual.
El nivel G4, con un índice Kp de 8, es severo. Puede provocar daños significativos en las redes eléctricas, interrumpir la navegación por satélite y las comunicaciones, y hacer que las auroras sean visibles en latitudes mucho más bajas.
El nivel G5, el más extremo, corresponde a un índice Kp de 9. Este nivel puede provocar fallas en las redes eléctricas, daños extensos a los transformadores, interrupciones generalizadas en las comunicaciones y la navegación por satélite, y auroras visibles en latitudes muy bajas.
Consecuencias
Durante una tormenta geomagnética, los sistemas de comunicación, como las señales de radio y los sistemas de navegación por satélite, pueden experimentar interrupciones significativas. Estas alteraciones no solo afectan a la aviación, sino también a las operaciones militares y civiles que dependen de una navegación precisa.
Además, las corrientes inducidas por las tormentas solares pueden dañar transformadores y otros equipos eléctricos, lo que puede resultar en apagones. Por lo tanto, las compañías de energía y las infraestructuras críticas deben estar preparadas para enfrentar estos desafíos y mitigar posibles daños.
Las tormentas geomagnéticas también incrementan la radiación en la atmósfera superior, representando un riesgo para la salud de los astronautas. Asimismo, pueden dañar la electrónica de los satélites en órbita, comprometiendo su funcionalidad y longevidad.
Por otro lado, estos fenómenos solares pueden generar espectáculos naturales impresionantes, como las auroras boreales y australes. Durante una tormenta geomagnética, las auroras pueden aparecer en latitudes inusualmente bajas, proporcionando un espectáculo impresionante para quienes tengan la suerte de presenciarlas.
Consejos para prepararse
Prepararse para una tormenta solar requiere planificación. En primer lugar, es fundamental desarrollar un plan de emergencia familiar, asegurándose de que todos los miembros lo conozcan y sepan cómo ejecutarlo. Asimismo, guarda baterías adicionales y métodos de comunicación alternativos, como radios de onda corta.
También es importante almacenar alimentos no perecederos, agua potable y medicamentos esenciales para al menos dos semanas. Finalmente, adquiere habilidades básicas de supervivencia, como primeros auxilios, purificación de agua y conservación de alimentos, para estar mejor preparado ante cualquier eventualidad.